El comienzo de un sueño
«Una historia para recordar y honrar»
Para contar la historia del «Camino del Jagüel» primero hay que conocer el contexto que le da forma. Así es que viajaremos en el tiempo hacia fines del siglo XIX –principio del siglo XX– cuando en la región se desarrollaba fuertemente la ganadería.
Con la aparición de los pioneros y sus estancias la economía del lugar se afirmó y siguió creciendo en torno al ganado. Las últimas décadas del siglo XIX están decisivamente marcadas por los saladeros de General Lavalle y su Puerto.
Este movimiento hizo notar que los accesos a General Lavalle eran precarios, sobre todo desde el sur y es ahí que cobra protagonismo el litoral marino para el paso del ganado desde las estancias del sur como San Bernardo, Ajó y Cobo.
En el camino al saladero era parada obligada el Jagüel del Medio, vertiente natural, única fuente segura de agua dulce para los arrieros y su ganado en el arduo peregrinaje hasta los mataderos y saladeros de General Lavalle.
Este lugar, el Jagüel del Medio, llamado así por encontrarse entre la estancia San Bernardo, al sur, y los campos del Tuyu, al norte, al ser paso obligado para las tropillas por la necesidad del agua muchas veces se convertía en una trampa donde los cuatreros emboscaban a arrieros, y que no solo les hacían perder su ganado, sino que en ocasiones también sus vidas. Así es que, paso a paso, pisada tras pisada, esta huella, con sudor y sangre, forjó camino. Un camino que llegó hasta hoy oculto en el bosque y presente en la historia. El Camino del Jagüel no se ha perdido al pasar casi un siglo sin usarse, como si las almas de quienes entregaron su vida en labores, atracos o entreveros no deseasen que se olvidara el sacrificio de sus tiempos de pioneros. El camino pasa por el medio del centro comercial que tomó su nombre en honor de quienes dieron forma a este presente. Quien llegue hasta «Camino del Jagüel» podrá iniciar una caminata a través de la historia reviviendo en cada paso la marcha de pioneros, hombres y mujeres, que creían y forjaron la región y así vivenciar la marcha hasta el Jagüel del Medio y respirar el misterio de la historia viva en una expresión casi intacta.
Aún hoy en el suelo que forma parte del camino la vegetación es muy escasa, algunos dicen que es debido a la diferencia en el PH del suelo por la constante exposición al ganado de aquellas épocas y su acción residual hasta nuestros días, otros sin embargo creemos que hasta el bosque brinda homenaje y respeto a las vidas y el trabajo dejando que aun hoy el “Camino del Jagüel” viva entre sus árboles.